¿Libres?

Buscar motivos para pulsar las teclas de este singular objeto, sobran...
Sin embargo, hoy sentada frente a mi computadora, se vinieron a mi mente, después de leer algunos artículos de rock, otros de literatura y uno que otro anuncio, pensé que era tiempo de escribir algo que ha rondado por mi cabeza los ultimos días, debo confesar que bajo el cansancio que me produce ir de pie en el bus que me lleva hacia mi casa, las ideas locas y extrañas florecen con más facilidad en mi ya gastada creatividad.

Me he cuestionado muchas veces el por qué de algunas cosas, sino es que de todas, ¿será realmente que estamos predestinados a que nos sucedan todas y cada una de las vivencias que acumulamos durante nuestra vida? imagino al destino jugando una entretenida partida de ajedrez con la muerte, quitando y poniendo piezas, moviéndolas hábilmente para ganar, pero ¿y nosotros? ¿Acaso es justo que nos muevan de un lado a otro a su antojo? no lo creo, en este macabro juego nos encontramos cara a cara con enemigos, con el amor, con seres queridos a tan solo un paso de la muerte y asi puedo recordar miles de situaciones en las que, creyendo tener la felicidad en las manos, nos es arrancada de tajo y nos aleja de lo que anhelamos ó creemos necesitar.

Acumulando piezas el uno al otro se retan convirtiendonos en reinas y peones y cuando simplemente se aburren del juego nuestras vidas se estancan y no podemos retroceder ni avanzar... ¿Díganme si alguna vez no han sentido esto? claro, todos justificamos nuestros fracasos y nuestros triunfos a través de un ser divino al cual acuden solo cuando se ven en alguna situación precaria, me da tanta rabia que tengan que pedir ayuda a un ser que nisiquiera recuerdan en sus borracheras, cuando sólo somos piezas de ajedrez esperando ser movidas, ¿Rumbo al triunfo ó al fracaso? eso depende del humor del destino en el juego, si esta con buen humor tratará de avanzarle a la muerte y arrebatarle piezas para utilizarlas después, si por el contrario esta aburrido, con movimientos torpes deja que la muerte arrebate cuanta pieza encuentre en su camino.

Las piezas no piensan por si mismas, son solo parte del juego... ¿Cuándo lo comprenderemos?