Ser o no ser, ese es el problema...

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Pensar en un metalero, es pensar en quien vive por la música, es fiel a su cultura sin ser fanático codependiente y hasta esclavo de ella, hace unos días nos vimos bombardeados de publicidad acerca de un evento grande, uno de los más importantes para el movimiento de rock en Guatemala, la llegada de la legendaria banda Metállica, para muchos un sueño, para otros el concierto de su vida, para cierto grupo un concierto más, para otros cuantos una pérdida de tiempo. A raíz de esto surgen varias interrogantes...

Trato de situarme 20 años atras y entender el por qué de ciertos pensamientos radicales y hasta ofensivos para muchos, ¿Realmente los inicios de este movimiento, fueron tan señalados y tan sectorizados por estos personajes que hoy conforman la tan mencionada "Elite del Metal"?
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Ahora me pregunto, ¿Qué los mueve? Hay una ideología radical, es cierto pero, ¿Acaso serán parte de los miles de rockeros de ropero que visten corbata y saco? de aquellos que de vez en cuando ven sus viniles y recuerdan sus épocas doradas en Guatemala Musical, en los "Thrash Attack" y al regresar la mirada ven a su hijo pegado al monitor de la computadora o con el Ipod sobre la mesa mientras comen, totalmente ajeno a sus recuerdos y a lo que en su juventud significaba ser una esponja llamada adolescente, totalmente ajena a los años de privaciones, señalamientos y prejuicios que ellos vivieron y de los cuales aprendieron.

Diversas opiniones y excusas, he encontrado a lo largo de mi camino, para dar respuesta a mis preguntas, "locuras de juventud", "Prioridades" y una de las más menos comprensibles "Aburrimiento y retroceso", Puedo contar con la mano a aquellos metaleros que después de 20 años, siguen solteros, siguen escuchando metal, y activos dentro de la escena, muchos para mi enciclopedias en cuanto a cultura general y la cultura metalera se refieren. Saben responder desde preguntas de una de las bandas pioneras como Black Widow pasando por el Inner Circle noruego, la decadencia del metal a inicios de los 90's, el surgimiento de las nuevas tendencias y el regreso a las raices que vemos hoy en día.
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Sin embargo en ciertos personajes, puedo ver que de forma egoista, niegan a las nuevas generaciones la oportunidad de crecer y evolucionar hacia otras bandas y tendencias, que si bien es cierto, carecen de la originalidad que poseen las bandas pioneras, ya que por ser pioneras son irrepetibles, son criticadas fuertemente aquellas que incluyen en sus discos la modernidad que nos ofrece la tecnología, resulta ilógico hablar de liberación y protesta social, cuando son otros temas los que nos inundan y afectan, hablar de satanismo ya no es un tabú y se ve como otra forma de vivir y pensar, ¿Será que se sienten invadidos por estas nuevas generaciones?

Ahora esta minúscula sección o escena momificada, se encuentra acorralada y rodeada de un monstruo que ellos ayudaron a crear, jovenes libres, con criterio distinto y más abierto, padres permisivos, medios de comunicación, tecnología y musica nueva. Ahora bien, ¿Qué sucede con los que disfrutan de las bandas que construyeron lo que hoy llamamos metal, pero que también estan abiertas a las nuevas propuestas y escupen veneno sobre las etiquetas, de poser, true, old school, new age, con las que son señalados?
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¿Quién puede juzgarlos? ¿A quien debo seguir? ¿Me importa ser señalada? Cuando conocí este movimiento hace 13 años, encontré la libertad para mi cuerpo, para mi alma, para mi mente, eso jamás va a cambiar, no venderé mi libertad, para pertenecer, la sociedad señala, un metalero no trata de pasar sobre otros para sentirse importante, la humildad y saber de donde venimos es algo que no debemos olvidar, la humildad, el respeto adquirido y el conocimiento no se cuantifica por la cantidad de discos, playeras y viniles que conserva un rockero veterano, sino al ver cuantos hermanos tienes a tu lado cuando caes y si les das la mano cuando los ves caer sin ver la etiqueta que tu mismo has impuesto...