lunes, 11 de abril de 2011

Dignum post mortem






















Pendiente del dolor,
carente de razón,
penetra en su cuerpo,
como daga entre la piel...

Ve correr la sangre,
vomita éxtasis y piel
descarnada sensación.
Mas allá de lo que puede sentir...

Ojos poseídos, blancos como luna,
restos de cabello entre sus dedos,
orgásmicos bocados,
la piel desvanece su color.

Bebe placer de ella,
su lengua degusta muerte,
la hora de saciedad llega,
eyacula en fétida carne,  termina el ritual de placer...

Reflexión alucinada















Aqui, desde este rincón de soledad
desde el jardín de mis locuras amorfas
desde mi infierno, que también es mi paraíso,
sueño que despierto pero sigo soñando...

Ojos desorbitados me observan
en este espejo roto que apenas me refleja,
tras los cristales rotos que laceran mi piel,
quieren salir de mi voces que se convierten en gritos.

Debo dejar que mi cuerpo se libere con los lamentos,
esta celda de piel ahoga mi sangre y no la deja salir,
los seres que me habitan oprimen mi alma,
¡es hora de liberarme! dejaré que muera la razón.

Quizás
























En el compilatorio de mi vida
quiero que el tiempo borre tus momentos,
los eslabones rotos, harán más débil tu recuerdo.
Quizás, así no sea tan amargo tu paso por mi vida.

En el epílogo de mi existencia
espero dispersar en la nada tus palabras,
Llenar de silencios los espacios vacíos del alma.
Quizás, así olvide que un día fuiste mi todo.

Al final del camino, cuando conozca mi destino
Colocaré una vela por cada falacia que salió de ti,
para que al consumirse cada vela, no quede nada.
Quizás, así mis heridas sanen al no quedar resto alguno.

Cuando no queden más palabras en mi mente,
diré que has quedado en mi pasado,
me convenceré de que eres mas que un recuerdo.
Quizás, así algún día pueda sacarte de mi corazón.