martes, 11 de octubre de 2011

Sutil vagabunda


















Una elegante mujerzuela con dotes de realeza
con semblante de reina y corazón de mendiga
una daga en su lengua, pero con labios de seda
con mirada altiva y lágrimas que saben a  ella.

Caminaba por la nada esa noche, lo recuerdo bien,
deambulaba con sus errores a cuestas, la escuché,
se arrastraba y acariciaba sus añoranzas, la sentí... 
se lamentaba, pero disfrutaba el placer en si misma.

Cayó víctima de su locura y su deliciosa esencia
dejó que el silencio la hiciera suya y sucumbió 
descubrió su pecho y acarició el pasado en su cuerpo,
desvistió su espalda y sus muslos y se olvidó de sentir...

Se vendió al martirio de un recuerdo que permanece,
se aferró a la sensación efímera que da un licor barato
la reina de las tinieblas, calzó de nuevo sus tacones,
recogió de nuevo su ropa y desapareció,  vacía entre su ser...



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