En un día frío, si mayor espacio en mi mente, sin la razón presente, soñé...
El viento calla cuando le advierte venir,
la noche se inquieta y el peligro despierta.
La bestia asecha a su víctima, la siente,
es él, el oscuro caballero con ojos de muerte
con sed de sangre, de rizos negros como la noche.
El alma de fuego, encendida en el infierno.
Con paso fuerte atraviesa la lluvia y al fin,
veo ante mi aquel pálido rostro, sin temor,
puedo ver su sangre correr a través de su piel,
Ha venido por mi, la espera ha terminado.
Y despierto...
jueves, 11 de marzo de 2010
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