Toque de lujuria...

Delirantes caricias, su miel, su delicia...
ahora, sobre su esclavo retuerce su placer
paralizado, intimidado, con miedo, excitado,
sin ver su rostro, su cuerpo es capturado.

Con sonrisa de descaro, sonrisa de deseo
la mirada instigadora, mirada seductora
ella se planta frente al iluso soñador
Para poseerlo, para hacerlo pecar...

Una mano fría sobre su pecho sudado,
marca su piel, siente placer, casi muere,
sobre su cuerpo la perverción prevalece,
no parece, entre las sombras adormece...

El crudo deseo que de su piel fue alimento
incesante necesidad de arrancarle la piel
Saciar con su cuerpo viril su sed de vida
robarle el aliento con el final del encuentro ...