domingo, 31 de enero de 2010

Testigo

Inerte en la habitación pendía de una cuerda,
su cabello cubría el pálido rostro sin vida,
sus pies fríos entumecidos sin tocar el suelo,
la tétrica silueta podía verse desde mi ventana.

Rígida su piel, sus manos extendidas al viento,
se acabo la vida, sus ojos no brillan, ha muerto.
cansada de llorar, murió por su mano, sin placer,
sentir se tornó un tormento que no quiso padecer.

Esta noche parece estar tan fría como aquella,
el viento sigue acariciando todos los recuerdos.
sin rumbo me veo en lugares tan tristes y vacios,
voy tras su alma, por instantes quisiera volver...

¿Qué busca un alma cansada de vivir de tormentos?
no tiene alma el cuerpo, el cuerpo perdió el alma.
De qué sirve una vida vacía, sin poder disfrutarla
Ahora yo soy quien difruta viendo su cuerpo colgar...

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