lunes, 1 de febrero de 2010

Sin cambios

Cuando la imaginación levita la razón duerme en los brazos de la ilusión, siempre acomodando esperanzas en cada rincón, lejos del suelo y de toda realidad, las canciones mueven sentimientos, los recuerdos alimentan el engaño...

Cuando por instantes se piensa en el pasado, lo real de un beso dado sin amor, llena de amargura el alma de cualquier enamorado, tan difícil resulta hablar con la verdad para aquel que se miente a si mismo.

El rose que tienen dos seres con los labios no toca solo la piel, penetra hasta el alma y resulta tan dificil borrar los rasgos de pasión dejados en el olvido durante los patéticos episodios de rabia que suelen aparecer y desaparecer con el tiempo.

Cansado se vuelve pensar y es mas seguro ignorar el grito de la soledad que pide que el tiempo se apresure y no lastime más. Todo cambia y cuando se esta a punto de dar vuelta a la página, el recuerdo se reencuentra con el sentimiento moribundo y ahi esta de nuevo el sabor amargo de la ausencia.

Que tristeza ver que día con día la escena feliz se aleja de la mente y cada detalle va quedando atras. Talvez el recuerdo sea permanente, talvez simplemente la mente juega a ser más habil que el sentimiento, talvez mañana no recuerde, quizás jamas olvide...

Jugar para perder, ¿Qué sentido tiene? El riesgo a veces es grande, pero sentir por un instante que el amor es compartido, hace que todas las noches lágrimas acaricien almohadas vacías, parezcan perlas deslizandose sobre la seda de un idilio que no será eterno, pero llenan con embriagantes instantes el alma.

Un recuerdo acariciará la almohada una que otra noche, una lágrima rodará por el rostro, una que otra noche, puede ser que piense en el tiempo que perdí, una que otra noche puede que piense en él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario